Especial de Frida Kahlo por los 61 años de su muerte [Tomado de Cuba Debate]
F R I D A (Guaroj
multiestrófico)
© Ernesto R. de Valle.
Del libro inédito Poesía en Sepia.
1
Has vivido
tus amores,
tus
victorias y fracasos
y en alas de
las canciones
besaste el
cielo más alto.
Cuídate de
caracoles
negras
plumas, viejos tragos
y cuídate de
las poses
a la luz de
los relámpagos.
Has vivido
tus amores,
besaste el
cielo más alto.
2
Cuando te
canten los lirios,
sus versos
abandonados.
Cuando a la
luz de los libros
te
mortifiquen los nardos,
ten presente
aquel cariño
que
entibiabas en tus brazos
el que se
hundió en el navío
de tus
últimos ocasos.
Cuando te
canten los lirios,
te
mortifiquen los nardos.
Este lunes el mundo recuerda a la mujer de cejas prominentes, la que adornaba su cabeza con flores y que ocultaba sus cicatrices tras vestidos coloridos: Frida Kahlo. A 61 años de su muerte, su legado artístico y literario se mantiene vivo.
Semblanza de una artista
Fue una adelantada de su época, y pese al sufrimiento que enfrentó a lo largo de su vida, nunca tuvo tiempo para rendirse. De niña contrajo poliomielitis, una enfermedad infecciosa provocada por un virus que ataca la médula espinal y causa atrofia muscular y parálisis.
A los 18 años, sufrió un grave accidente de tránsito que le fracturó la columna vertebral y la pelvis. La imposibilidad de tener hijos y más de 30 operaciones fueron algunas de las dificultades con las que tuvo que lidiar a lo largo de su vida.
Cuando tenía 22 años, se casó con el muralista Diego Rivera de 42 años. Tiempo después se divorció y luego volvió a casarse con él. Su historia de amor con el artista fue calificada por muchos como grotesca. “Ser la mujer de Diego es la cosa más maravillosa del mundo. Yo le dejo jugar al matrimonio con otras mujeres. Diego no es el marido de nadie y nunca lo será, pero es un gran compañero”, explicaba Frida.
El arte y la vida
Frida pintó sus primeros cuadros postrada en su cama. En Retablo, la artista plasmó el accidente que sufrió cuando regresaba del colegio.
Asimismo pintó numerosos autorretratos. “Me pinto a mí misma porque estoy mucho tiempo sola, y porque soy la persona que mejor conozco”. De igual modo, retrató su primer aborto en una de sus obras más emblemáticas, Henry Ford Hospital (1932).
Sus primeras exposiciones no se realizaron en México sino en Nueva York y en París, donde conoció al escritor, poeta, ensayista francés y teórico del Surrealismo, André Breton, entre otros.
La obra de Kahlo siempre quiso ser etiquetada como surrealista, el mismo Breton la calificó así, sin embargo, ella nunca lo admitió. “Pensaron que yo era surrealista, pero no lo fui. Nunca pinté mis sueños, sólo pinté mi propia realidad”.
Las letras de Frida
El legado de Frida también quedó plasmado en numerosas cartas, en su mayoría dirigidas a su esposo Diego.
Frida, símbolo del feminismo
A lo largo de su vida, Frida forjó una imagen de mujer independiente, decidida, autónoma y despojada de las convenciones sociales. En su obra puede verse plasmada su identidad femenina que la llevó convertirse en todo un símbolo del feminismo de su época.
Rompió con los esquemas impuestos en una época dominada por el machismo. Con su particular manera de vestir también se hizo notar, por medio de la vestimenta típica de las mujeres del istmo de Tehuantepec, región del estado mexicano de Oaxaca.
“Se dice que no sólo tuvo relaciones con Diego, sino también con otros hombres, con mujeres, esto lo hace una mujer controvertida, ambivalente, con varias personalidades y que rompe, y eso es fundamental para que sea retomada como un ícono”, explicó la historiadora Laura González Matute en una entrevista para El Universal de México.
Inspiración más allá del arte
Frida ha sido motivo de inspiración para otros artistas. En mayo pasado la galería neoyorquina Mark Miller abrió la muestra “El Nueva York de Frida Kahlo”, con obras del dibujante mexicano Felipe Galindo, mejor conocido como Feggo. La serie combinó numerosos elementos simbólicos de la obra de Frida Kahlo con figuras propias de Nueva York, como una forma de rendir homenaje al encuentro entre la artista mexicana y la cultura neoyorquina.
En el mundo cinematográfico dos películas han rendido homenaje a la artista. En 1983 se estrenó Frida: naturaleza viva, una cinta mexicana dirigida por Paul Leduc y protagonizada por la actriz Ofelia Medina. La mayoría de las escenas fueron grabadas en la casa de Frida, conocida como Casa Azul, y que ahora funciona como la Casa-Museo de Frida.
En 2002, se estrenó el largometraje Frida, un filme basado en el libro que la profesora Hayden Herrer escribió sobre la vida de la famosa pintora. La actriz mexicana Salma Hayet encarnó el papel de la controvertida artista y donde la cantante costarricense Chavela Vargas tuvo una participación especial.
(Tomado de Telesur)
Muy completa tu publicación, Ernesto, con mucho esmero, aunque tratándose de Frida, el tema parece infinito.
ResponderEliminarSoy gran admiradora de su obra y de su persona, por lo tanto, te agradezco la el post y el poema.
Abrazos, amigo.