DIALOGANDO CON
MERCEDES RIDOCCI. Metáfora viva y
expresión corporal.
Por.©
Ernesto R. del Valle
REVISTA
GUATINí. Todo
comenzó este año, el 28 de Julio, cuando encontré un mensaje en la Bandeja de
entrada, de mi correo electrónico, que decía
Hola
Si te
apetece visualizarlo...te envío el enlace al vídeo de una de mis últimas
composiciones escénicas grabada el día de la representación en Madrid - 4 de
Julio – 2015.
Sencillamente lo abrí y no pude
despegar la vista de las imágenes que
estaba viendo El cuerpo de una mujer expresando en movimientos, la poesía del
Amor, la Naturaleza, estados anímicos,
frutas, nubes, alas al viento. Se trataba de Mercedes Ridocci,
Especialista en Movimiento Orgánico y Expresión Corporal – Arte del Movimiento
y la invité a dialogar sobre su arte y hoy la tenemos especialmente para la
Revista Guatiní, respondiendo algunas preguntas, que no lo son, sino
inquietudes por conocer a esta mujer que sabe conquistar con su cuerpo las
distintas metáforas como una imago
salida de lo más puro e intangible de la irrealidad.
Revista Guatiní.-Lista Mercedes, la primera pregunta. Supervive en nosotros aquel niño
que nos llena de nostalgia los recuerdos. Quiero saber cómo es la niña que no
has dejado a través de los años, no la que recuerda el olor de las tizas
escolares ni el calor de la cocina, ¡no! esta otra que ahora mismo está
leyendo, quizás con mala cara esta pregunta. ¿Cómo es ese interior infantil,
que nunca se agota? ¿Esa esencia?
Mercedes Ridocci.-
Antes de contestar a tu pregunta, quiero agradecer las palabras que me dedicas
como presentación. Si soy capaz de expresar con mi cuerpo “las distintas
metáforas como una imago salida de lo más puro e intangible de la realidad”, mi
objetivo está cumplido. “Escribir” poesía con el movimiento es lo que intento
transmitir en las composiciones escénicas que dirijo, las que hago en solitario
y a mis alumnos y alumnas de la formación en Expresión Corporal Creativa.
Y ahora... volviendo a tu pregunta, imagino que esa
esencia de la niña de la que hablas habita en el inconsciente. ¡Cuánto no
sabremos sobre su estar en nuestro ser!, pero sí sé que en el campo de la
Expresión a través del Movimiento (y probablemente en cualquier campo
artístico) es en el inconsciente donde se genera la creación; al ahondar en las
percepciones se “tocan” las capas profundas de “un yo” que despierta la huella
del imaginario individual (y colectivo) que vive en la médula de nuestras
células.
Por esto creo que esa “niña” de la que hablas se aloja en
el “punto” más profundo de mi
camino, tanto en lo personal como en lo profesional, en los aciertos y en los desaciertos, en el éxito y en el fracaso, en las luces y en las sombras.
R.G.- ¿Y cuál fue el rinconcito especial al que aquella niña acudía para
conversar con sus alegrías, fantasmas y miedos?
MR.- ¿Mi rinconcito? La
oscuridad de la noche apenas iluminada por la claridad que se escapaba a través
de la ventana de la habitación. Cuando aparecían los malos fantasmas cerraba
fuerte los ojos, si aun así seguían en la pantalla del miedo, iba a la
habitación de mi madre, me acostaba a su lado, con su abrazo, su calor y su
olor conseguía que los fantasmas huyeran.
Precisamente tengo un poema, ALAS NEGRAS, que si no te
importa, anoto aquí (y haciendo referencia a la pregunta anterior), donde creo
ver la presencia de “la esencia de esa niña” de la que hablábamos antes.
Cuando los ángeles de alas negras alumbran mi
oscuridad,/ los fantasmas salen de su escondrijo./ Sin piedad, sus graznidos
estentóreos aturden mis sentidos,/ agujerean mi querencia con sus cuernos
puntiagudos,/ desgarran mis ilusiones con sus uñas retorcidas./ Entonces mi alma
se arquea sobre sí misma,/ mi aliento se
enreda entre telas de araña,/ mi cuerpo se anuda entre ovillos deshechos/ y mi
voz grita tu nombre.
Sin embargo los buenos fantasmas, los sueños, los
vivía en solitario. Vengo de una familia
humilde, yo dormía en una habitación compartida, y mi casa era pequeña. Mi gran
sueño era tener una casa grande, una habitación propia, decorarla con mis
cosas, un lugar donde guardar mis
pequeños tesoros: una caja de lata decorada con dibujos infantiles, mis
cuentos, mis dibujos e incluso mis pequeños e ingenuas letras... Y mira... otra
vez aparece la niña que vive dentro de mí, hoy tengo esa casa, esa habitación
propia y tengo un lugar donde guardar mis pequeños tesoros.
R.G.- Hay un hito en la historia de tu vida que marcó la edad del
enamoramiento más pueril y alucinante, tus diez y seis años. Te integras al
Grupo de Teatro Libre y Popular y comienzas a participar en las Tertulias
Literarias y a la vez, en la lucha contra Franco. ¿Cómo fue eso? ¿Tienes alguna
anécdota sobre esta etapa?
MR.- Fue una de las etapas más
hermosas de mi vida, la ventana que me abrió al mundo, a lo que hoy soy.
En el grupo de teatro descubrí el método Grotowki, su
teatro pobre, sin medios técnicos ni artificios, solo el cuerpo del actor como
única herramienta, descubrí lo que es ahondar en la memoria emocional que
despierta el movimiento y como éstos iban dibujando al personaje. Me descubrí
como actriz, aunque sería más tarde cuando centraría mí hacer profesional en la
Expresión a través del movimiento, pero de eso ya hablaremos más adelante.
También fue en esta época que comencé a leer a poetas y
dramaturgos comprometidos con la época que estábamos viviendo. Hago referencia,
entre otros, a Miguel Hernández, Blas de Otero, Cesar Vallejo, Gabriel Celaya,
Jerzy Grotowki, Bertolt Brecht, Antonin Artaud, etc, etc. Todas estas lecturas
me llevaron a participar en tertulias literarias y conocer a poetas que hoy son
referentes en mi ciudad natal, señalo como ejemplo a Antonio Gamoneda, por ser
un poeta de gran proyección,
pero hay mucho más.
Nunca fui activista política, no milité en ningún
partido, mi lucha estuvo en la denuncia a través de las obras de teatro que
presentábamos, en las reivindicaciones políticas en el instituto y en general
desde mi forma de sentir y actuar en mi vida personal y social.
RG.-
Te trasladas a Madrid. Ya en esta etapa
hay un vuelo más firme, tenías ciertos conocimientos sobre psicoanálisis de la
expresión de las emociones a través del comportamiento del cuerpo. ¿Es el
momento en que te entregas por completo a la danza?
MR.-
Te diré cómo surgió la necesidad de centrarme en la Danza de la Expresión.
La educación y la enseñanza es algo que me atrajo desde
muy joven, así que ingresé en la escuela CITAP y me formé en Psicomotricidad
relacional, promovida por los pedagogos Lapierre[1]
y Aucouturier[2],
y aunque nunca se sintieron vinculados a ninguna escuela en concreto reconocen
recurrir a muchos de los conceptos de Freud y Lacan entre otros.
Esta
metodología se basa en el concepto de que “las experiencias corporales que
vive el niño cuando interacciona con el mundo, fundamentan su psiquismo desde
las representaciones inconscientes más originales hasta las más conscientes”.
Desde su expresión psicomotriz el niño se manifiesta a sí mismo, es desde la
vivencia como el niño integra los conceptos abstractos de espacio y tiempo (la
geometría, la matemática, la física, la música, etc.)
Pues bien, en
los ejercicios de la formación yo me daba cuenta de que más allá de la
Expresión Psicomotriz, más allá de su lectura para la educación y la
reeducación, me atraía la expresión del gesto, su ritmo, su contenido, su
belleza, su “danza”, una “danza” que surgía de lo que el cuerpo guarda y
demuestra cuando se le permite la expresión. Y fue entonces cuando me puse
“manos a la obra”. Busqué escuelas de Expresión Corporal hasta que di con el
estudio de Marta Schinca de la que hablaré en la respuesta a tu siguiente
pregunta.
RG.-
Me llega los nombres de la argentina Patricia Stokoe[3] y Perla Jaritonsky[4]. ¿Cuales fueron tus maestros?
¿Quiénes te impulsaron a la investigación de este Arte?
MR.-
Teniendo en cuenta que yo venía de una
experiencia teatral donde el cuerpo era el motor de la búsqueda de las
emociones del personaje, donde mi formación en Psicomotricidad también partía
de la vivencia corporal, no fue casualidad “elegir” a Marta Schinca. Todo va
encajando en mi camino profesional.
Su línea
metodológica tiene sus raíces en la escuela alemana de principios de siglo
cuyos máximos referentes son Rudolf Bode, J.
Dalcrozze, Rudolf V. Laban ... de todos ellos surgió la
Danza Expresionista alemana, cuya máxima representante fue la bailarina Mary Wigman
y posteriormente la gran referente de la danza contemporánea Pina Bausch.
Se basa en la
concepción psicofísica del cuerpo, donde lo físico integra lo psíquico, y es
desde la sensibilización de las percepciones y de un conocimiento profundo del
cuerpo, del espacio y del ritmo, como se conecta con las capas más profundas del yo, donde
habitan todas las emociones. Y es desde ahí, desde esa conexión, desde donde se expresan las emociones (y no
desde códigos externos como ocurre en otras líneas de trabajo), donde se
encuentra el lenguaje propio, derivando hacia la creatividad y el arte.
Bebí de todos
ellos: de mi director teatral (Enrique Fernández, más conocido por Kike, fundador del vanguardista y
revolucionario Grupo de Teatro Libre Independiente); de mis formadores en
Psicomotricidad, (destacando expresamente las enseñanzas de Jesús Castro Llano
sobre “la simbología del movimiento” y de Félix Fernández Vidal, sobre la
“Educación Rítmica aplicada a la educación”) y de los conocimientos que me transmitió Marta
Schinca, donde auné y encontré la estructura metodológica de todas las
enseñanzas que había recibido. Desde ahí he ido creando mi propio hacer profesional.
A Patricia Stokoe la conozco a través de sus libros, pero nunca
he trabajado con ella. Su metodología, tiene puntos comunes con la de Marta Schinca, hemos de tener en cuenta que
aunque Patricia sea argentina y Marta uruguaya, ambas, de alguna manera, han
bebido de lo mismo.
A Perla Jaritonsky no
la conocía, has sido tú quién me ha hecho saber de ella. Gracias.
RG.-
En el video que me enviaste y he colocado
en esta entrevista, vi a alguien que me miraba fijamente detrás de una máscara
como diciendo “no te vayas, no te apartes de esta imagen” ¿Quién es Mercedes Ridocci
cuando se encuentra en plena actuación corporal?
MR.- De alguna manera “dejo de
ser yo misma” como autora, como la persona que es Mercedes Ridocci, y me
adentro de lleno en el “personaje que presento”, en su poética.
De la misma manera que soy de la creencia de que no hay
que confundir al poeta con su yo poético, aunque el yo poético viva en el
poeta, también pienso lo mismo respecto a la Expresión en el Arte en el
Movimiento, no hay que confundir al creador con su creación.
MR.- Cuando el actor, el
bailarín (o cualquier otro artista) lo que presenta ante el espectador tiene su
raíz en la vivencia íntima, y una vez “modelada” mediante el lenguaje y la
sintaxis corporal, el espectador no queda inmune, “le toca las tripas”, siente
que es verdadero lo que ve. Al pertenecer lo que está recibiendo al mundo
poético-metafórico, al no ser obras cerradas, proyecta su propio imaginario, se
ve en la obra, siente que de alguna manera están hablando de él, del mundo que
vive.
Siempre que presento una obra después establezco un
coloquio con el público, no puedes figurarte lo que aportan sus
interpretaciones, te das cuenta de que ellos han trascendido tu creación, han
visto más allá de lo que una podía imaginarse, y esto se debe a trabajar desde
la metáfora, siempre abierta a la imaginación del espectador.
RG.-
Metáfora corporal y Metáfora literaria.
Mercedes tiene dos libros sobre la técnica del movimiento del cuerpo,
pero…también escribe poesía, desde su entrada al Taller Literario de Ramón Alcaraz García, ¿algo
que contar sobre esa etapa de tu vida?
MR.-Fue todo un descubrimiento. Hacía tiempo que yo ya
escribía pequeños relatos, pero me daba cuenta de que me faltaban recursos
literarios. Busqué talleres de escritura creativa, y encontré el taller “El
desván de la memoria” de Ramón Alcaraz García. Uno de los primeros ejercicios fue escribir una poesía
donde todos las palabras debían comenzar con la misma letra, lo primero que
pensé fue ¡Pero si yo no soy poeta!, así y todo, y con toda mi inseguridad, me
puse a ello. Cual sería mi sorpresa cuando Ramón me dijo: “Mercedes, tienes
más poética que muchos que se creen poetas”, y ahí empezó todo, desde entonces no
he dejado de escribir, por esto es que siempre digo que fue Ramón quien
descubrió “ese mundo” que guardaba dentro de mí. Poco a poco me fui dando cuenta
que existía un gran paralelismo entre mi poética corporal y la poética del
verbo, que ambos pertenecían al mismo esencial, solo que se construyen con
lenguajes diferentes. De ahí, como dijo la poeta y periodista Gloria Díez en la presentación de mi poemario
“La poesía de Mercedes Ridocci tiene algo de danza y su danza mucho de poesía”.
De hecho muchos de mis poemas están inspirados durante el proceso de
composiciones artísticas y viceversa. Haré referencia en la última pregunta.
RG.- Leo tu poema Bicho en las entrañas. Dices…
Tengo un bicho en las
entrañas, / cuando siembro la tierra con semillas de
trigo, / las arranca con sus
dedos retorcidos.
Tengo un bicho en las
entrañas/ Cuando amanezco sobre nubes serenas,
/ despunta en tormentas de rayos y truenos.
Tengo un bicho en las
entrañas, / cuando mi cuerpo danza al son de olas,
/ ahoga el agua.
Tengo un bicho en las
entrañas, / cuando soy fuego en mi alma, / me despoja de sus llamas.
¿Te consideras
dentro de la vanguardia literaria contemporánea?
En ese instante de la danza de metáforas
del Universo que son lo Uno y lo Diverso tú bailas y captas el resquicio.
La escritura del poema viene después, sólo
después, tras la danza de la fluencia y la uterancia...
Pero eso es el devenir de tu escritura.
Puro flujo hacia el in-flujo. Pura intuición hacia el poema...”.
No
sé..., quizá tenga razón Pere Bessó y que dicho sea de paso quiero agradecer
públicamente todos los poemas que me ha comentado y traducido al catalán, los
cuales están íntegramente publicados en mi blog Páginas Escritas y recogidos en
el poemario auto publicado “Los dientes del infierno”
RG.-Háblame de tu libro Lava del alma, publicado en la editorial
Playa de Akaba y prólogo del poeta Alcaraz García y en el que, se encuentran el
amor [infaltable] las carencias del
alma, como la soledad y las ausencias, pero también la pasión, pensó que de
allí el título del poemario
MR.- Como bien dices, en el poemario
“Lava del alma” se encuentra el amor, la soledad, las ausencias y la pasión,
pero son los lectores los que han de hablar de él.
Apuntaré,
por poner un ejemplo, algunas críticas de las reseñas que me han hecho. Dice la
poeta Tatiana Aguilera Muñoz: “Como una corriente
impetuosa de palabras y cuidadas metáforas, Mercedes nos entrega y se ofrenda a
sí misma como un volcán rabioso de creativos e intensos versos, donde la mujer
creadora habla desde su cuerpo y lo concede desafiante, poseída del genio
creativo, validando con soltura su "yo mujer" en forma tan directa y
rabiosamente sensual, que se agradece leerle”.
O el poeta y cronista Toño Morala: En el poemario
"Lava del Alma" de Mercedes Ridocci, rápidamente te das cuenta que
estás ante un muy trabajado poemario; con unos versos que llegan directos y con
ese compromiso claro y conciso, limpio, y lleno de secuencias y esa atmósfera
sin cronología previa. Versos que nacen y mueren en el amor, para pervivir
eternamente en poesía.
Para todos aquellos lectores de esta revista que estén
interesados en saber algo más sobre mi poemario “Lava del alma”, pueden pasarse por mi blog donde
tengo registradas las reseñas que me han hecho sobre el poemario “Lava del
alma”. Insisto, creo que es el lector quien debe hablar de mi poesía.
RG.-El colega Alcaraz, en una parte de su prólogo dice: “El amor y
la lava pasional discurren entre sus versos como un torrente que nos arrastra y
nos lleva; el alma habita en la orilla y también en el abismo. El amor es una
isla y un volcán al mismo tiempo." No siempre uno, como autor, está de
acuerdo con algunas apreciaciones hechas por el prologuista. ¿Estás de acuerdo
con esta afirmación?
MR.-Totalmente, nadie mejor que Ramón conocía mi poemario,
cada poema, cada verso, de hecho fue él el que lo revisó antes de publicarlo,
nadie mejor que él pudo captar la esencia de este poemario.
RG.-Para
concluir, deseo exponer este poema Luna
de hiel y
desearía, no que lo expliques, sería una tontería, porque el poema, dijo Martí,
se explica por sí solo.
Pero
el trasfondo de un poema siempre tiene una historia, un objetivo y es allí lo
que quisiera me explicaras.
Retuvo para él todas las caricias,/ todos los
besos,/ las palabras bonitas/ Se envolvió en raso blanco/ anudó sus recónditos
labios con lazos de deseo,/ que él desataría con manos expertas,/ávidas del
calor que le ofrecía.
No hubo caricias,/ ni besos,/ ni palabras
bonitas./ Con manos frías y violentas/ mancilló el blanco raso de gris
ceniciento,/ desgarró los lazos del deseo,/ derramó hielo sangriento en sus
labios heridos./Infectó todo su ser de rabia y miedo
MR.-Aquí es dónde voy hacer referencia a
lo que te comentaba cuando te hablaba de la relación entre mi danza y mi poesía
El poema de
Luna de Hiel surge mientras estoy realizando la composición escénica que lleva
el mismo nombre. Una denuncia contra los estragos que ha provocado en las mujeres
las culturas machistas, moralistas, retrógradas e intransigentes. Una denuncia
contra el maltratado asumido socialmente. La mujer llegaba al matrimonio sin
ninguna experiencia, sin conocer al
hombre con el que iba a compartir su vida. Había que llegar pura y virgen al
matrimonio, solo el marido tenía derecho a desvirgarte, es más, podías ser
repudiada, sellada y marginada para toda la vida si la mujer había tenido
relaciones sexuales fuera del matrimonio y máxime si había hijo por el medio
(prueba fehaciente de ello). La mujer llegaba al matrimonio con toda su
inexperiencia, ilusionada con el hombre que creía iba a ser su cariñoso marido,
respetada y amada por él. El matrimonio fue la entrada al “patíbulo” para
muchas mujeres, se encontraron con maridos que se creían los dueños y señores
de sus mujeres, se las anulaba. A las mujeres se les derrumbaban sus ilusiones,
sus expectativas, ni pensar en la separación, no estaba permitido por la
religión, y si por casualidad alguna se escapaba de ésta, tampoco había
escapatoria, dependían económicamente del marido, cuando se casaban era para
dedicarse en exclusiva a su marido y a sus hijos.
Estas
razones me movieron a realizar este poema, esta composición escénica, esta
denuncia.
RG.
Gracias estimada Ridocci, ha sido un
placer dialogar contigo y recibir el placer de tus respuestas para los lectores
de la Revista Guatiní.
MR.- gracias a ti por darme
la oportunidad de dar a conocer a los lectores mi hacer profesional y poético
[1] ANDRÉ LAPIERRE.- Fisioterapeuta, profesor de
educación física y psicomotricista. Ex presidente de la Asociación Francesa de
Educación y Reeducación Psicomotriz e impulsor de la Psicomotricidad
Relacional, es el creador del Análisis Corporal de la Relación.
[2] BERNARD
AUCOUTURIER.-
Pedagogo francés, creador de la práctica
psicomotriz. Fue profesor y director del Centro de Educación Física
Especializado de Tours, Francia. Es el fundador de la Asociación Europea de
Escuelas de Práctica Psicomotriz. Por su tesis recibió el premio del Ministerio
de Juventud y Deportes de Bélgica.
[3] PATRICIA LULÚ STOKOE (1919-1996), bailarina y pedagoga,
creadora de la Expresión Corporal-Danza y de la Sensopercepción. Nació en Buenos Aires, Argentina
y pasó su niñez en la estancia que administraban sus padres en Coronel Suárez,
provincia de Buenos Aires.
[4] PERLA
JARITONSKY. Es profesora de expresión corporal y psicóloga social. Autora del
Diseño Curricular del área para el Nivel Inicial, actualmente dicta cursos de
formación docente de expresión corporal en forma privada y en la Escuela de
Capacitación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (C.E.P.A.). Participa de
congresos internacionales y nacionales como panelista y dando talleres. Es
autora de numerosos artículos y publicaciones en el país y en el exterior.
Ernesto, antes de comentar deseo saludarte y felicitarte por tan interesante entrevista a la destacada artista y poeta Mercedes Ridocci. Te contaré que a ella la conocí por esta maravillosa red de escritura que son los denominados Blog. No recuerdo la fecha exacta cuando descubrí su espacio; pero si, el efecto inmediato que me produjo su forma de expresar, porque sentí el ritmo en las letras. Era un tipo de escritura con cadencia y movimiento, un algo más allá de la musicalidad propia de un buen poema. Era una poeta. Una muy buena poeta.
ResponderEliminarDejo para ti mi felicitación y un abrazo inmenso a Mercedes.