AQUELLOS NIÑOS QUE SOMOS (Continuación)
. AL RÍO. P laneamos ir el próximo sábado a bañarnos al río Tínima . Al principio mamá se oponía, pero al conocer que también irían Rolo y Pepín, además del gordo Rafa, cedió al fin. Esa mañana del sábado era tibia y no había nubes. El cielo estaba limpio y brillante, un día bárbaro para un chapuzón. Nos reunimos en casa de Pepín. Cuando llegué ya estaban allí Rolo, Pablo, Manolito. Pablo me presentó a Cundo, un negrito de ojos grandes, como asustados, que vivía con su abuelo por allá por la loma de Juan Caballero, cerca del tejar de los Yánez. Cundo me pareció simpático y hasta le pasó la mano a Jalisco por la guataca en señal de saludo. A todos nos cayó bien y con el tiempo llegó a ser parte de nuestro grupo. Lo sucedido en el río fue tremendo. Hay que decir que Jalisco fue el campeón de natación, salto mortal y resistencia. De regreso a la casa, en horas del mediodía, Jalisco le partió para arriba a unas chivas que se encontraban pastando cerca de u...