Poemas de mi libro en preparación: MIS GUERRAS Y OTRAS BATALLAS. [Con notas tomadas del prólogo escrito por el poeta LUCIO ESTEVEZ]
PORTADA NO DEFINITIVA
En el libro
encuentro poemas reflexivos acerca de la vida, el amor y la muerte como en el
poema Alborada:
ALBORADA
Nace la mañana.
Un
confuso rumor se desplaza consumiendo las sombras que huyen de la vigilia en
que el Hombre está con sus ojos cerrados como si un parto de lúcidas estrellas
sucediera bajo sus párpados.
Es
la mañana y es labor de las luces recién urdidas quien equilibra toda la noción
de lo festivo, cuando el cuerpo se
desplaza lúcido y creíble como una pantera en
celo.
Así llega el día, en el
lenguaje
humano de besos y gemidos.
De cuerpos cansados, abatidos
sin la noción hermosa del
paisaje.
Es la realidad de todo viaje
que nunca parece concluido.
Las preocupaciones sociales y elementos de denuncia
aparecen en Veamos al trasluz y en La noche en el hombre:

VEAMOS AL TRASLUZ
Veamos al trasluz las opulencias
generadas en zonas tributarias;
analicemos las prostibularias
razones de Empresas y de Agencias.
Señalemos con los dedos purgatorios
la raíz colonial de esas fortunas
que hacen oro del polvo de la luna
gracias a obreros con sueldos aleatorios.
Fatiga el alma, el hambre y la miseria,
el festín de parásitos en niños
que solean la muerte haciendo guiños.
Duele el hígado vivir en esta Feria
donde el rico es más rico y es más seria
la cruz en la piel de los armiños.

LA NOCHE EN EL HOMBRE
La noche en el
pecho del Hombre, sigue
perdida y lejana,
sin saber dónde.
La fatiga del
alma no responde,
ni hay pétalo en el
tiempo que la obligue
redimir su
panteón de hermoso velo.
Lo cubre a medio
torso la hora vieja
sumisa por el
vicio tras la reja
mientras la luz
naufraga en hondo cielo.
Es la noche en el hombre, sin porfía.
Como un mármol
oscuro, o la fría
mortaja infeliz
que en el puerto atraca.
Abrazado a la
copa y a la albahaca
se abandona el
Hombre en su resaca
junto al parto
feroz, del nuevo día
En todos los
poemas, Ernesto encuentra formas de expresar metáforas de una increíble
originalidad, ejemplo de ello lo posee, Extraña imagen:

EXTRAÑA IMAGEN
Era el crepúsculo y pasaste frente a mí
de manera tan exacta como un sueño.
Bella.
Terrenal.
Profundamente ajena
como ciertas frutas en sazón
en esos patéticos huertos olvidados.
Tenías la misma madurez y seriedad
la misma tristeza, el mismo embrujo.
Quise tocar tu orgullo evocativo
pero era ya tarde
Tu falda de hojitas y renuevos
batida por el viento, solamente me dejó
esa viejo y conocido olor a hembra
que despiden las frutas olvidadas...
un remoto amor...
y algunos astros.
de manera tan exacta como un sueño.
Bella.
Terrenal.
Profundamente ajena
como ciertas frutas en sazón
en esos patéticos huertos olvidados.
Tenías la misma madurez y seriedad
la misma tristeza, el mismo embrujo.
Quise tocar tu orgullo evocativo
pero era ya tarde
Tu falda de hojitas y renuevos
batida por el viento, solamente me dejó
esa viejo y conocido olor a hembra
que despiden las frutas olvidadas...
un remoto amor...
y algunos astros.
De íntimo
contenido es el poema dedicado a su Camagüey,
Camagüey,
ciudad legendaria ciudad natal, donde une admiración y añoranza. Y en
su peregrinar por las leyendas tejidas años tras años, nos deja estas hermosas imágenes, para dignificarla en su magia…
CAMAGUEY CIUDAD LEGENDARIA
Mi ciudad, hoy dos de febrero, está alegre, sin ninguna coordenada que
le reintegre
los pasos a las despedidas como novia en vísperas de perder su virginidad.
Mi ciudad es una novia anciana, lúgubre, legendaria, plena de hechizos y
quimeras;
plagiada constantemente por las lluvias y el canto de las aves.
Parió temprano un arcoíris enredado en sus caminos,
Parió un trueno debajo de la ceiba que la dignifica y
luego un güije a orillas del arroyo de Méndez.
Mi ciudad parió poetas y locos, ambos sumidos en el humus recóndito de sus
mayores
pero sigue siendo virgen, sigue buscando el semen de la historia para
embarazarse
en la liturgia de sus Iglesias y en lo vegetal de sus caminos.
Hoy, dos de febrero, la recuerdo como una
novia eterna y ambos sabemos el secreto que guardamos entre yaguas secas
y hojas de yagrumas.
Porque
hay espacios para las lluvias que humedecen sus insomnios libertarios.y para
aquellos cánticos callados de los esclavos rebeldes o para estas palabras que
ahora escribo en homenaje a la memoria de su virginidad y al ámbito azul que la
protege y ama como esposo
Vemos en Ernesto
R. del Valle, el dominio que tiene de la
técnica poética cuando en este libro encontramos no sólo obras de las llamadas
versos blancos o libres junto a décimas,
sonetos, prosas poéticas y experimentos válidos como el Decineto[1]. La
soledad de la rosa y Amor vagabundo poemas donde la rima consonante impera a la
perfección tocadas por un romanticismo
nada estridente.

LA SOLEDAD DE LA
ROSA [Decineto]
Venga el terrible amor, suicidio
de las horas
a esparcir su veneno de tiempo
necesario
ahuyentando el placer vigente,
imaginario.
Que venga con la aureola
minúscula y suicida
de la ostia que llega desnuda
hasta la cama
saboreando la piel del
tiempo que le olvida
y en pleno corazón la sangre se
le inflama.
Que venga y que no olvide la
rosa en primavera
muriendo de silencio en un jardín
cualquiera
marchitos ya sus pétalos de
pérfidas auroras.
AMOR DE VAGABUNDO.
(Decineto
Alejandrino)
<...cruzada en la montura/ como una corza muerta>
Rubén M. VILLENA/ Cuba.
Sin hogar y sin besos entre las sombras pasa.
Soldado de la vida, camina lentamente
por entre las trincheras del pecho y de la mente
desde donde se emboscan recuerdos de su casa.
Ella era tan hermosa, -su niña idolatrada-.
La amó como a su sombra, fue sombra de la nada
que atravesó una noche la sombra de una puerta.
Jinete del recuerdo cabalga por su historia
solo y vagabundo, llevando la memoria
<...cruzada en la montura como
una corza muerta>
No puede faltar
una profunda lectura del poema Impiedad de los amantes, porque es
ejemplo de lo expresado anteriormente y no por ser poesía erótica está ausente
el buen gusto de un poeta que logra transformar lo concreto en imágenes
poéticas:

IMPIEDAD DE LOS AMANTES
Para Victoria, por
toda explicación.
Ella se desnuda
piel a piel en un afán por intentar
el latido de las
estrellas en su cuerpo.
Él recuerda que se
abstuvo de tomarle el pulso al tiempo
y la amó con la
simple cordialidad de los amigos.
Besó toda su
femineidad como si besara una sombra
Ungió los
senos y ese vientre que siempre le parecieron
ser la planicie perfecta de otra geografía.
Cordialmente saltaron
algunas palabras que volaron
junto a las notas
de la quinta sinfonía de Beethoven
pero ya el viejo
alemán no era el encanto de los primeros días.
La habitación
seguía estando allí con sus paredes y ventanas
y el techo
peligrosamente encima de sus cuerpos.
después de todo, ella
sació la hembra que lleva en el sexo,
pero comprendieron
que nada fue igual ni comparado a aquellos días
en que las fieras indomables
escapaban de sus cuerpos.
Pudieron haberlas
encontrado pero el tiempo era más que una liturgia
y demasiado el
cáliz de la ausencia que apuraron en el rito.
Una cortina de
olvido quedó cerrada para siempre
cuando se
despidieron con un adiós callado.
quedaron divididos
en fragmentos que comenzaron a desvivirse
desde
entonces…
Ernesto, además de trabajar incansablemente en
su obra por la que ha recibido galardones diversos, es director de
la Revista
Guatiní , tiene varios libros publicados y colabora en distintas
publicaciones de índole periodística y cultural.
[1] Estructura poética creada por el autor, en la que se encuentran presentes
los diez versos de la Decimal y la cuarteta y los tercetos del Soneto.
Se me dan muy bien estos poemas, amigo. Mis votos por el éxito del libro.
ResponderEliminarFuerte abrazo
Gracias, la ilusión de todo creador, - y tú lo sabes- es poner a la luz de la crítica pública lo que ha ido siselando a golpe ansias,toda una jornada. Mi abrazo de siempre.
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